Con su remeras en la cabeza
cual un pirata
el arroyo caminaba a paso lento
y se les entrometia en los dedos de sus pies
La caña de pescar en sus manos.
El sol les golpeba la nuca.
Sus sonrisas se convertian en carcajadas
y sus bromas los tiraba al agua.
La comida al resguardo de un viejo sauce
De a ratos comian
de a ratos reian
de a ratos esas tardes
se les estancaron en el pasado
ahora la luna les ilumina los ojos
mientras una lagrima se encamina
por una de las grietas de sus mejillas.
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